Ciudad de México. Hasta que no concluya la recompra de 30 por ciento de los bonos que se emitieron para financiar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la México (NAIM), en Texcoco, no se puede diagnosticar si dicha estrategia financiera resultó un éxito o un fracaso, aseveró Fernando López Macari, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

El pasado lunes 3 de diciembre, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó en el mercado de Nueva York una oferta para comprar mil 800 millones de dólares de un total de 6 mil millones de dólares a los que originalmente ascendió la totalidad de los bonos del NAIM colocados en el extranjero por el fideicomiso privado Mexcat.

La decisión fue “para calmar a los mercados” tras el nerviosismo causado por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, pero la transacción puede llevarse años, sostuvo el especialista, en entrevista con La Jornada.

“El riesgo de este tipo de estrategias es que haya acreedores que no estén interesados en vender su deuda (los bonos) o que inclusive pudiera haber fondos que adquieren deudas ‘emproblemadas’ y buscan sacar el mayor rendimiento de su inversión. Así que hay que esperar a ver cómo se comporta esta oferta hasta que concluya su vigencia a principios de enero de 2019”, mencionó.

Como es una deuda a largo plazo y dividida en series de bonos, las autoridades sólo decidieron lanzar una oferta de recompra por mil 800 millones de dólares, “con fondos que se tenían disponibles, sin comprometer los acuerdos o cláusulas por la rescisión del contrato de los actuales constructores y contratistas del aeropuerto”, explicó.

“Se espera que no sea una única acción del plan estratégico financiero que está tratando de implementar el gobierno actual, sino la primera acción para mandar una señal de calma y tranquilidad al mercado e inversionistas, así como seguir trabajando en una solución o renegociación de largo plazo”, comentó.

Tan de largo plazo que López Macari consideró que la recompra podría llevarse varios años, dependiendo si hay litigios de por medio y “hasta donde sabemos, el 100 por ciento de la deuda todavía está en los mercados y va a llegar a los juzgados, cuyos tiempos son diferentes a los tiempos de los mercados que tienen una capacidad de respuesta muy rápida”.

En lo que se define la situación de los bonos prevalecerá la incertidumbre. “Lo que es una realidad es que nadie gana”, consideró.

El gobierno federal pierde destinará recursos públicos a dicha re-compra y pierden los inversionistas que esperaban obtener ciertas ganancias con el proyecto del NAIM, explicó López Macri.

Después de la recuperación de los bonos colocados en el extranjero, el gobierno federal ha anunciado que negociará con los inversionistas que también se involucraron en el financiamiento del NAIM, través de la Fibra E, colocada en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Entre ellos destacan 4 administradoras de fondos para el retiro (Afores) – Profuturo, XX1- Banorte. Profuturo y Fovissste – que invirtieron 13 mil 500 millones de dólares, en conjunto, de los ahorros hechos por los trabajadores para sus pensiones.

-¿Habrá minusvalías en las cuentas de los trabajadores?, se preguntó al dirigente del IMEF.

-En la medida que esa negociación pudiera ser favorable o desfavorable para los inversionistas, pero no la conocemos en este momento, podríamos saber si cierta pérdida se transmitirá también a las afores. Lo que es una realidad es que la inversión para la cual se planeaba ese dinero pues ya no fue fructífera y, en ese sentido, ya no se esperan utilidades asociadas al proyecto, sino pérdidas y costos de salida, puntualizó.

Se debe esperar el paquete que el gobierno federal propondrá específicamente para los inversionistas de la Fibra E, “pero el panorama no se antoja optimista”, dijo.

La Jornada

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