CIUDAD DE MÉXICO – El equipo económico de Andrés Manuel López Obrador tiene puesta una camiseta: la de la cuarta transformación. Aunque debajo de ella hay una piel basada en una sólida formación académica y técnica, y que a decir de ellos mismos, priorizará la responsabilidad económica.
Un ejemplo de ello es el guardián de las finanzas públicas y líder de este equipo económico, Carlos Urzúa, quien a cinco días de iniciar el nuevo gobierno salió en conferencia a declarar que no usarán las reservas internacionales del Banco de México (Banxico) y se comprometió a mantener finanza públicas superavitarias.
Esos compromisos tienen, hasta el momento, la credibilidad entre analistas y especialistas económicos: “Van a tratar de privilegiar la estabilidad económica”, dijo a Expansión el consultor, economista y negociador del TLCAN en los años 90, Luis de la Calle.
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¿En qué se diferencian de los tecnócratas que estuvieron en el poder en sexenios anteriortes? Para algunos no hay diferencias en lo fundamental: “En el sentido de la estabilidad no son ni tienen ideas diferentes”, dijo a Expansión, Luis Rubio, presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y de México Evalúa-CIDAC.
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