Empresas como CEMEX, Peñoles y Bimbo, realizan inversiones significativas en energías renovables con el fin de aprovechar la ley de transición energética.

Tanto los grandes corporativos, como los medianos están apostando, en gran medida, por las energías verdes, a fin de aprovechar las bondades que ofrece la apertura del sector energético en México.

El país recibió, tan solo en 2017, 6,200 millones de dólares (mdd) en inversión de proyectos de energías renovables, lo que representa un crecimiento de 516% en relación con el año anterior, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) y el Consejo de Energía Eólica Global, organizadores de México Windpower, el encuentro de negocios más importante de energías renovables a nivel internacional, que se realizó en marzo pasado.

El país ascendió del lugar 30 en 2013 al sexto en 2016 en el estudio Renewable Energy Attractiveness Index de la consultora Ernst & Young (EY). El sector energético espera una inversión en energía eólica de aproximadamente 600 mdd para este año y se calcula que dejarán una derrama económica de 5,000 mdd para los próximos tres años.

De acuerdo con Fernando López Macari, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), este interés se debe, en gran parte, a la Reforma Energética, que abrió las puertas a la iniciativa privada para la generación, almacenamiento y distribución de energía. El presidente del instituto agrega que el país también cuenta con las condiciones geográficas y climáticas que favorecen la implementación de tecnologías, como la eólica o la solar.

La puerta de entrada
La Reforma Energética establece que México deberá generar 34% de la electricidad a través de fuentes limpias para 2024. Para facilitar la transición, la ley dispone que los usuarios que consuman más de dos megavatios (MW) pueden contratar este servicio también con proveedores privados, quienes tienen incentivos como los Certificados de Energía Limpia (CEL).
López Macari explica que a partir de esto, “se ha desarrollado un esquema con muchas empresas que son grandes consumidoras de electricidad y que participan en joint ventures y compran la electricidad a través de compañías de las cuales son accionistas”.
El especialista afirma que el mercado de energías renovables se ha detonado en México de forma importante a raíz de las subastas eléctricas convocadas por la Secretaría de Energía (Sener). “Este tipo de mecanismos han privilegiado las energías renovables y de generación limpia a través de los CEL, que corresponden aproximadamente a un tercio del valor económico de los ingresos de cada propuesta”, dice López Macari.

El potencial Mexicano
El primer parque eólico en funcionamiento en México se inauguró en el Istmo de Tehuantepec en 1994 y tenía una capacidad de 1.5 MW. De acuerdo con la AMDEE, hoy la capacidad total del país ya es 1,263 MW, con 16 parques eólicos que ocupan 11,079 hectáreas.
Los propietarios de esta infraestructura son la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Iberdrola, Acciona Energía, Eléctrica del Valle de México, Peñoles, Enel México, Gamesa Energía, Energías Ambientales de Oaxaca y Demex, quienes en conjunto han invertido 2,507 mmd.
Respecto de la energía solar, el Centro de Estudios del Medio Ambiente y Energías Renovables (CEMAER) afirma que México es uno de los cinco países en el mundo con mayor atractivo para invertir en energía solar porque prácticamente todo el territorio nacional cuenta con una buena radiación solar.
Al respecto, el fideicomiso ProMéxico informa que México recibe en promedio 5.5 KWh/m2 de irradiación solar, lo cual se traduce en un potencial de 6,555,000 gigavatios por hora (GWh) de energía fotovoltaica. De acuerdo con este fideicomiso, nuestro país ocupa el cuarto lugar en el mundo en el desarrollo de este tipo de energía, 80% de la cual se genera en los estados de Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas.

El tamaño de la inversión
Los principales sectores que participan de este mercado son el siderúrgico, minero, cementero, automotriz y empresas de retail. Tanto la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), como la consultora KPMG, coinciden en que la transición es más fácil para las empresas grandes, “mientras que las grandes industrias cuentan con los recursos suficientes para afrontar estas iniciativas, el desafío se encuentra en las empresas medianas y pequeñas, que son más vulnerables”, afirma la consultora en su Encuesta de Desarrollo Sostenible en México.
“Entre las empresas que decidieron participar en el sector de generación limpia encontramos a CEMEX, Peñoles, GM, Ford, Soriana, Walmart y Bimbo, por mencionar algunas”, dice López Macari del IMEF.
La gran ventaja que obtienen estas empresas es que pueden negociar precios más bajos con los proveedores privados, comparados con los de la CFE, o incluso autoabastecerse, lo que las hace más competitivas. Además, las compañías adquieren beneficios fiscales y financieros por consumir energía limpia.
De acuerdo con datos del IMEF, la inversión que hacen las empresas que participan en la generación de energías limpias depende del tamaño del parque. Para los eólicos es de aproximadamente 2 mdd por cada MW de capacidad y de 1 mdd por cada MW en parques solares. López Marcari explica que “a mayor tamaño se pueden dar sinergias que disminuyan el costo por cada Megawatt”.

La proveedora
Uno de los casos más emblemáticos es el de la empresa italiana Enel, que comenzó operaciones en el 2008 en México con plantas hidroeléctricas en Jalisco, Michoacán y Guerrero, donde invirtieron alrededor de 156 mdd.
De acuerdo con información proporcionada por la compañía, a la fecha, han invertido 1,281.4 mdd en parques con tecnologías limpias en Oaxaca, San Luis Potosí, Zacatecas y Jalisco. Pronto se sumarán a estos nueve parques otros en Coahuila, Guanajuato, Tamaulipas y Nuevo León, que costarán 1,990 mdd y comenzarán a operar entre este año y el 2020.
Los proyectos en etapa de construcción le fueron adjudicados a Enel México en las primeras tres Subastas de Largo Plazo de la Sener y se apoyan en un contrato para la venta de la energía generada a la CFE durante un periodo de 15 años, así como los CEL, por un periodo de más de 20 años.

Alzan la mano
No obstante, cada vez son más las grandes y medianas empresas que anuncian públicamente su disposición para realizar inversiones significativas y así incorporar las energías verdes a su operación.
Uno de los casos es la minera Peñoles, que en febrero pasado anunció que en menos de dos años su abasto de energía provendrá totalmente de sus tres parques eólicos: el que actualmente tienen en Oaxaca; el de Coahuila (200 MW), que comenzó a operar el año pasado, y un nuevo parque en Tamaulipas (306 MW), que será el de mayor capacidad instalada en el país.
Otro ejemplo es Liverpool, la tienda departamental que en febrero de este año anunció que había firmado un contrato para comprar energía eléctrica a la compañía IEnova por 15 años. Dicha energía provendrá, principalmente, de la planta de energía solar que tienen en Sonora.
IEnova también suministrará energía limpia a empresas como la metalúrgica Deacero, con un contrato de 20 años, para su parque solar Pima Solar en Veracruz.
Por su parte, CEMEX se asoció en 2015 con la estadounidense Pattern Development en un joint venture, para producir y vender energías renovables. De acuerdo con Alex Garland, CEO de Pattern, “a través de esta alianza estratégica con CEMEX Energía nos hemos impuesto la meta de producir juntos 1,000 MW de energía renovable durante los próximos cinco años”.

La fuente de inversión
El interés del sector financiero está principalmente en apoyar proyectos de infraestructura energética. De acuerdo con el IMEF, las energías verdes son apoyadas en México por la banca de desarrollo, como Banobras, Nafin y Bancomext, con plazos largos que llegan hasta los 20 años y con apalancamientos de hasta 80%. También existen otros bancos extranjeros, principalmente de desarrollo, participando en financiamientos de largo plazo.
“Por parte de la banca comercial, vemos a pocos bancos participando en esos plazos, pero sí hay participantes. Sin embargo, la mayor parte de los bancos comerciales nacionales y extranjeros están enfocados en estructuras de menor plazo como los mini-perms”, dice López Macari.
El gran compromiso de las empresas para ir sumando a su consumo diario energía verde, indica que México va por buen camino para cumplir su meta de generar 34% de electricidad a través de energías limpias para 2024.

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