En 2018, México registró la cuarta tasa de desempleo más baja de entre los 36 países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

La desocupación en el país fue de 3.3 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), definida como el grupo de personas que está dispuesto a trabajar, pero que no logró encontrar un empleo.

El desempleo observado sólo estuvo por arriba del registrado en la República Checa (2.3 por ciento); Japón (2.4 por ciento) e Islandia (2.7 por ciento).

El promedio de la OCDE fue de 5.3 por ciento, mientras que las tasas más altas las tuvieron España (15.3 por ciento) e Italia (10.6 por ciento).

Según las estadísticas del organismo internacional, la desocupación fue más alta entre las mujeres, con 3.5 por ciento de la PEA, mientras que entre el género masculino fue de 3.2 por ciento.

A partir de abril de 2016, el desempleo en México arrojó tasas menores a 4 por ciento, ante una mayor formalización de empleo ante el IMSS, que en el sexenio pasado alcanzó una cifra récord cercana a cuatro millones. El menor nivel se alcanzó en octubre pasado, con una tasa de 3.19 por ciento, de acuerdo con cifras del INEGI,
Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America Merrill Lynch, destacó que la generación de empleo se mantiene a buen ritmo, con un salario real positivo, lo que ayudará a aminorar el impacto de una eventual desaceleración económica.

Sin embargo, para este año se espera un panorama menos favorable. Desde diciembre pasado, el desempleo repuntó a 3.6 por ciento, una tasa no vista en dos años. Para todo 2019, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe espera un repunte en la desocupación de 3.3 a 3.4 por ciento, de cara a un enfriamiento de la economía.

Por su parte, los analistas consultados por Banxico ajustaron a la baja su perspectiva de generación de empleo, de 662 mil a 615 mil.

“El reto sigue siendo el mismo: mejorar las condiciones laborales, principalmente los salarios”, comentó Fernando López Macari, presidente del IMEF.

Ello porque las personas que ganan hasta tres salarios mínimos al mes (nueve mil 241 pesos, considerando 102.68 pesos diarios) pasaron de 58.1 a 62.7 por ciento de la población ocupada en la administración pasada (a junio de 2018), mientras que los que perciben más de cinco minisalarios (15 mil 402) disminuyeron de 8 a 4.5 por ciento.

Por su parte, en diciembre de 2018, la tasa de desempleo del organismo internacional se ubicó en 5.2 por ciento, por tercer mes consecutivo, nivel 3.0 puntos porcentuales por debajo del máximo de enero de 2013 (8.2 por ciento).

Así, en todos los integrantes de la entidad, 33.4 millones de personas estaban desempleadas en diciembre de 2018, precisa la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos en su reporte.

El Heraldo

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